Apuestas deportivas en España: mucho más que una moda

Hablar de juegos de azar y apuestas en España es acerlo, de forma casi indisoluble, de deporte. No en vano, las apuestas deportivas se han erigido como todo un fenómeno social que mueve a millones de personas. No obstante, no siempre nos paramos a analizar los motivos de dicho boom y los puntos de inflexión que han llevado a dicho auge. En las siguientes líneas profundizamos sobre todo ello de una forma amena, entretenida y con un único interés informativo.

 

El Boom tecnológico

 

Las cifras arrojadas año tras año por la industria del ocio y el entretenimiento en nuestro país resultan realmente impresionantes. Más aún en el ámbito que nos compete. Y es que, según los informes publicados por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, las apuestas deportivas online mueven cerca de 7000 millones de euros. Algo más del 40% del importe total facturado por los juegos de azar (Internet) en territorio patrio. Teniendo, por otro lado, a las apuestas liga española, como uno de sus máximos referentes y una de las competiciones con mayor número de jugadores y euros apostados. Y uno de los principales responsables de todo ello es la revolución tecnológica. Hablar de revolución tecnológica, es hacerlo de uno de los hitos más grandes de nuestra civilización. Y esto es algo que ha cambiando por completo nuestra forma de vida y... de juego. No en vano, si existe una industria que haya logrado sacar partido ha dichos avances esa ha sido la de los juegos de azar y las apuestas. Y es que, gracias a su versatilidad y resiliencia, ha sabido aprovecharse de las nuevas herramientas para dar forma a un nuevo ecosistema accesible desde casi cualquier dispositivo. Internet, apps, páginas webs, realidad virtual, apuestas en directo, etc... Algo que, de la mano de un creciente interés por deportes como el fútbol o el baloncesto, ha logrado que el ámbito deportivo sea preponderante durante la última década. Si a ello sumamos el alto grado de digitalización existente en España, la difusión y promoción de las apuestas deportivas o la seguridad que aporta contar con un marco normativo garantista, nos encontramos ante el caldo de cultivo perfecto para dicha explosión.

 

Mucho más que un juego

 

La evolución de las apuestas deportivas va, de igual forma, ligada a la evolución de nuestra propia sociedad. Y es que se trata de dos actividades tremendamente enraizadas en nuestras costumbres y tradiciones. En el caso de España, los primeros registros (oficiales) de apuestas deportivas se remontan a mediados del siglo XX. Más concretamente a la primera quiniela oficial emitida en 1946. Por lo que, a diferencia de la lotería (s XVIII) se trata de una práctica más contemporánea. Eso sí, durante la primera temporada de La Liga Española (1929) ya existía una quiniela impulsada por Manuel González Lavín. Aunque, a diferencia de la del 46, esta última no contaba con el amparo estatal. Por otro lado, los hipódromos, y las carreras equinas, también se han erigido como uno de los grandes impulsores de las apuestas deportivas. Un punto de inflexión que comenzó a gestarse en España allá por el año 1835 con la primera carrera de caballos organizada por la Sociedad de Fomento de la Cría Caballar de España (SFCCE). Todo ello bajo el "apadrinamiento" de sus promotores, los Duques de Osuna. Algo que, a modo de conclusión, explica en gran medida el éxito de una práctica que, al igual que ocurre con el deporte, va mucho más allá de cualquier tipo de estamento social o planteamiento económico.