Simeone activó una bomba de relojería tras su enésimo fracaso con el Atlético de Madrid

El empate ante el Bayer les condena a pelear por la tercera plaza del grupo

Es cierto que la debacle europea del Barça está acaparando todos los focos. No tanto por inesperada, sino por la manera en la que se produjo. No hubo milagro en el Giuseppe Meazza, ya que el Inter ganó 4 a 0 al Viktoria Plzen, ni tampoco en el Camp Nou, donde el Bayern volvió a humillar a los culés por 0 a 3. Sin embargo, el Atlético de Madrid también firmó un fracaso sin precedentes, y este sí que podía ser mucho más esperable.

En un grupo donde te habían encuadrado con el Bayer Leverkusen, el Oporto y el Brujas, tras el sorteo todo era felicidad en los colchoneros. No era sólo un grupo fácil, sino que era un grupo para ser primeros sin despeinarse, y permitirse llegar a las últimas jornadas con todo resuelto y con la posibilidad de rotar a jugadores en un año con un calendario tan saturado. Pero las cosas no han salido como esperaban y también se van de la Champions humillados.

Fueron incapaces de ganar al Brujas, tercero de la liga belga, en ninguno de los dos partidos, y tampoco a los germanos, decimoquintos en la Bundesliga y a tan sólo un punto del descenso. Lo peor de todo es que llegarán a la última jornada jugándoselo todo, ya no para estar en octavos, sino para acabar terceros, y por lo menos consolarse con la Europa League. Un golpe tremendo para el equipo favorito el grupo.

Es cierto que más de un jugador queda retratado, y no es Carrasco pese a fallar el penalti, pero sobre todo, la figura de Simeone está más cuestionada que nunca. El Cholo lleva un par de temporadas, desde que conquistó la Liga, que no levanta cabeza. En Europa acumula un fracaso tras otro, mientras que en el campeonato doméstico, su objetivo es quedar entre los cuatro primero, no les da para más, a pesar de tener una buena plantilla.

Por eso, muchos atléticos empiezan a pensar que la etapa del técnico argentino está más que agotada. Debería dar un paso al lado, y dejar que llegue un nuevo entrenador, que cambie la dinámica de un grupo que parece lejos de pelear por los títulos. Sin embargo, la idea de Simeone va por otro lado, es más, tras un nuevo fracaso europeo, ha metido una bomba de relojería que no gustará nada en el Metropolitano.

Y es que, en rueda de prensa se sinceró y admitió que "es el día más duro después de las finales de Champions". Un duro recuerdo pero que evidencia lo que significa esta derrota para el bando rojiblanco. Verse fuera de los octavos y de la forma en la que se ha producido, deja señalado al Cholo. Admite parte de culpa, pero avisa: "La Champions me cuesta. pero soy cabezadura, voy a seguir insistiendo en este club".

Por lo tanto, aunque admite que no es un entrenador para la mejor competición de clubes del mundo, no piensa marcharse, y va a seguir condenado al Atlético al fracaso, a pesar de que cada vez más voces le piden que se vaya, que su etapa ya ha llegado a su fin.