La Liga

Piqué es un problemón para Xavi y Laporta: no va a ceder lo más mínimo

La situación de Piqué se complica por momentos. El central azulgrana ha pasado de ser el líder de la zaga a no contar prácticamente para Xavi, que le considera la quinta opción por detrás de Araújo, Koundé, Christensen y Eric García. Un golpe muy duro que lejos de asimilarlo, lo está usando para crear un problemón a Xavi y Laporta, que no van a tener fácil de solucionar.

Tanto el entrenador como el presidente barcelonista, quisieron tener una charla privada con Gerard antes del verano. Le comunicaron su situación, y la intención que tenían de buscar varios refuerzos para la zaga, que finalmente han llegado, para dejarle la puerta abierta a su salida, casi empujándole a ello, para así ahorrarse de paso su salario y poder tener más margen a la hora de fichar e inscribir a los nuevos jugadores.

Pero él fue tajante, aseguró que estaba dispuesto a pelear el puesto con quien fuese. No se iba a ir y además, en las negociaciones posteriores, se negó a bajarse el sueldo para facilitar la llegada de más fichajes, como Bernardo Silva. Esto le ha llevado a estar en el punto de mira, incluso de la afición, que no le han visto comportarse con un capitán, aunque el aseguraba que le pedían un esfuerzo económico, cuando ellos no dejaban de derrochar en el mercado.

La temporada comenzó y la imagen más repetida del segundo capitán del equipo ha sido la de él sentado en el banquillo, con la mirada perdida, y una actitud de bastante pasotismo a lo que estaba ocurriendo a su alrededor. No parece estar conectado al equipo ni con ganas de darle la vuelta a su situación. Por lo menos esa es la sensación que da y que está trasmitiendo a todos los seguidores barcelonistas, pero va un paso más allá.

Sobre la mesa se han planteado diversas alternativas con respecto a su futuro. Marcharse es la que contemplan en los despachos y la opción de fichar por el Andorra, club del cual es propietario, había sonado con fuerza. También la de retirarse, debido a su declive físico y futbolístico, que ha quedado patente en las últimas temporadas. Sin embargo, parece que Piqué quiere alargar un poco más el pulso y ha tomado la decisión de descartar la retirada y seguir siendo azulgrana.

Un problemón XXL si tenemos en cuenta las palabras que él mismo dijo hace menos de un año: “Lo que no aceptaré es retirarme siendo suplente. A ver, si son los tres meses últimos de una temporada y me toca... ¿Pero un año entero en el banquillo? No, no me apetece". Precisamente la situación que le está tocando afrontar este curso, aunque parece no querer recordar lo que dijo.


De hecho, remarcó: "cuando vea que no soy tan importante como siempre lo he sido me iré". Pero esas palabras se las llevó el viento ya que demuestra que mintió, al querer continuar en la disciplina culé, no sólo sin ser importante, sino siendo un gran problema nada fácil de solucionar.