La Liga

Ni los árbitros salvan los vaivenes de Xavi en un equipo que se hunde

El Barcelona estaba siendo el mismo equipo ramplón de la temporada. Tan sólo Abde estaba creando peligro en un partido frente a Osasuna que se les estaba enredando. Y es que como viene siendo habitual, estaban yendo de más a menos, hasta que Martínez Munuera decidió intentar acabar con el sufrimiento.

Y es que, con 1 a 1 en el marcador, en la segunda parte, Piqué despejaba un balón que golpeaba en la mano de Busquets., dentro del área barcelonista, y propiciaba una contra que acababa con el segundo gol blaugrana. Y por sorprendente que parezca, ni el colegiado indicaba nada ni entraba el VAR para rectificarle. Tampoco decidió mostrarle amarilla a Gavi tras darle un tortazo a un jugador rojillo.

De hecho los culés subieron la agresividad ante la permisividad arbitral, que tan sólo mostraba tarjetas a los jugadores de Osasuna que se desesperaban ante el doble rasero que estaban viviendo. Y es que no sólo eso, dejó que empezaran a perder tiempo, buscando cortar el ritmo de los pamplonicas.

Una vez más, se cambia el criterio para favorecer al Barcelona, en el peor momento de la era Xavi. Y es que después de caer eliminados en Champions, sorprendió con la alineación. Decidió dibujar un 3-4-3, con Luuk de Jong arriba. Eso puede ser lógico después de la lesión de Depay. Pero no el meter atrás a Umtiti, que no había jugado ni un minuto.

Sin embargo, este Barcelona hace aguas y más fuera de casa. Sólo ha sido capaz de ganar en La Cerámica, y en el Sadar eso no cambió. De hecho pudieran haber perdido si se hubiera revisado un agarrón de Umtiti dentro del área. Aun así, el Barça puede acabar la jornada a 18 puntos del Madrid.