Los tuvieron que separar: Jordi Alba y Laporta casi acaban muy mal en los vestuarios antes de irse al Mundial

Enfrentamiento entre el presidente y uno de los capitanes que ha salido ahora a la luz

Jordi Alba se encuentra disputando el Mundial donde ha vuelto a sentirse importante para un equipo. Ha sido titular en los dos partidos que ha disputado España y parece que tiene toda la confianza de Luis Enrique, que tras la lesión de Gayá, no ha dudado en darle a él la banda izquierda. No hay debate con Balde, que aunque juegue minutos al final de los partidos, no le va a quitar el puesto en la selección como sí ha ocurrido en el Barça.

Pero la llegada del de L’Hospitalet no fue tan buena como su estancia. Y es que, su situación en la Ciudad Condal es diametralmente opuesta. Lo quieren largar en el mercado invernal, ya os informamos en MOL que Laporta había programado una reunión con él a su regreso para comunicárselo. Sin embargo la cosa podría estar mucho más tensa de lo que parece después de las últimas informaciones que se han publicado.

Ya sabíamos que la relación entre el jugador y el presidente no pasaba por un buen momento. Los cruces de declaraciones, con uno insinuando que los capitanes no se habían querido bajar el sueldo y el otro diciendo que nadie desde la directiva se lo había pedido, y que siempre lo había hecho, han hecho que el ambiente está muy caldeado, hasta tal punto que acabó saltando por los aires, aunque lo han intentado silenciar.

Según ha publicado culemanía, Jordi Alba y Laporta casi acaban muy mal en los vestuarios, hasta tal punto que los tuvieron que separar en un momento de máxima tensión para los culés. Ocurrió justo antes de la semana horrorosa que vivieron certificando la eliminación en la fase de grupos de la Champions, y culminándola con la derrota en el Bernabéu en el primer Clásico de la temporada ante el Real Madrid, que fue muy superior.

En los días previos, el lateral izquierdo le recriminó al presidente las críticas públicas que había hecho a los capitanes. No sentaron nada bien sus palabras, ya que consideraba que les había colocado como los culpables de todo de cara a la afición, y les había hecho quedar como los malos. Jordi se encaró con él en el vestuario de la Ciutat Esportiva, delante del resto de sus compañeros, intentado desafiar a Joan.

Según la fuente señalada, quería que se atreviese a decirle a la cara lo que había dicho a sus espaldas, a lo que el presidente contestó revolviéndose. Sin embargo, la aparición de otros jugadores y de algunos entrenadores consiguió que no llegase a más este enfrentamiento verbal, ya que si no les hubieran separado podría haber terminado de muy mala manera.

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El propio Jordi Alba, días después en una entrevista en la cadena Copa, volvió a recalcar su postura: “A mí nadie me ha venido a decir que me quieran vender. Lo que me molestó fue el tema de la rebaja salarial. Nadie me lo pidió. Si lo hubieran hecho, habría ayudado como siempre". La relación entre ambos está rota, y el internacional español ya sabe que está sentenciado, incluso pudiendo tener que hacer las maletas en el mes de enero.