Lo del Barcelona es una sangría: la ruina económica de los culés retrata a Laporta
Laporta se ha dedicado a lanzar mensajes positivos y de euforia desde que regresó a la presidencia. Más que decir palabras propias de alguien de su cargo, se ha dedicado a comportarse como un hooligan. Y si no, sólo hay que ver como las presentaciones de jugadores en el Camp Nou las convertía en una celebración.
Pero a realidad hace que salga muy mal parado Joan. La ruina económica de los culés le retrata, y la cosa puede ir a peor en este 2023, especialmente si no solucionan con el título liguero la debacle que ha supuesto caer por segunda temporada consecutiva en la fase de grupos de la Champions.
Hasta ahora, la gestión del Barcelona está siendo esperpéntica. Este verano, se dedicaron a vender activos, el 49% de Barça estudios y el 25% de los derechos de televisión de la Liga en 25 años, dejándoles sin unos ingresos a largo plazo, que por el momento no recuperar con resultados deportivos.
La masa salarial está disparada y para el próximo verano será peor, cuando los contratos de Lewandowski, Koundé o Dembélé se vean incrementados. Todo ello cuando el pasado, el presidente reconoció que la deuda superaba los 1.200 millones de euros.