En la Ciudad Condal no dan crédito a lo que ocultó su ex entrenador
Ha pasado un año desde que Ferran Torres aterrizó en la Ciudad Condal. Lo hizo por petición de Xavi, que se empeñó en él y rechazó a otros jugadores como Julián Álvarez o a Dani Olmo, para lograr hacerse con el de Foios. Iba a ser el líder de su nuevo proyecto.
Pero desde su llegada al Barcelona ya empezaron a ver que no daban el nivel esperado. Aunque el egarense se empeñó en darle la titularidad, su presencia en el césped apenas se notaba, sin ser determinante, y sin conseguir darle otra imagen al juego culé.
Este curso ha seguido por el mismo camino, hasta tal punto que ya está condenado al banquillo, e incluso la directiva le ha colgado el cartel de transferible. Iba a ser el gran héroe culé y ahora es un estorbo, que confirma la estafa de Guardiola en toda la operación.
Pep se lo llevó al City convencido de su rendimiento, pero pronto se convirtió en un suplente recurrente sin muchos minutos. Por eso, cuando el Barça se interesó por él, e incluso puso encima de la mesa 55 millones de euros, les había costado poco más de 33, no lo dudaron.
Guardiola se calló la verdad acerca de su rendimiento, y que no había sido capaz de dar la talla en un club grande. Y además lo hizo para venderlo más caro de lo que les había costado, Una estafa que le salió a la perfección y que ahora sufren en el Camp Nou.