Empaña la vuelta del 'traidor' Griezmann al Atlético: su placa, su esposa y su pelo
La bajada de pantalones tanto de Griezmann como del Atlético de Madrid... es una de las muestras más patéticas que se recuerdan en el mercado de fichajes. Antoine agachó la cabeza y acató todas las órdenes impuestas en el Wanda Metropolitano.
Llegó a someterse al reconocimiento médico con una larga cabellera, llegado desde Francia, y ahí volvió a reaparecer totalmente distinto. Lo primero que hizo al pisar la capital de España fue pasar por su peluquero.
Griezmann entró al Wanda Metropolitano con un corte de pelo nuevo y con su esposa, Erika, la que le obligó a firmar por el Barça, en su día, y la que ha tenido sus más y sus menos con la afición rojiblanca.
Nadie olvida que su placa conmemorativa en San Blas, en las afueras del Wanda, se manchaba partido tras partido de ratas de peluche, escupitajos y basura en general.