El PSG es un polvorín: descontrol total en el vestuario y Al Khelaïfi, cabreadísimo con las filtraciones

Los líos se le acumulan al jeque

Se le escapa de las manos a Al Khelaïfi la situación en el PSG. Los líos internos empiezan a enturbiar la situación y todo se puede desmoronar a partir del 1 de enero. Messi, Mbappé, Sergio Ramos… son muchos los frentes abiertos que tiene el presidente qatarí, y las últimas informaciones que han aparecido, sólo hacen añadir tensión a un equipo que empieza a estar muy cuestionado.

Y es que el juego del equipo no convence. Sacan los partidos por sus individualidades, más que apoyándose en el equipo, y en algunos casos no han sido capaces de llevarse los 3 puntos, o lo han hecho sobre la bocina, con goles que llegaban cerca del pitido final. A ello se suman el bajo rendimiento de jugadores como Leo o como Neymar, que han recibido muchas críticas a lo largo de la temporada.

Poco a poco la situación con Ramos mejora, jugando partidos y entrando en la dinámica de la plantilla, pero Leonardo hace unos dais confesaba que había existido mucha tensión. A ello se le suma el culebrón Mbappé, que sigue sin renovar y su marcha al Madrid se da por hecha. Y es que una de las peticiones que hizo fue armar un proyecto competitivo, pero traer a jugadores que no conjuntan, y que además hacen más tediosa la convivencia en el vestuario, no es la mejor solución.

Por si fuera poco, el polvorín del PSG ha estallado. El periódico L’Equipe ha filtrado los líos que hay en el club, algo que ha provocado mucho cabreo en Al Khelaïfi, que no le gusta que se aireen las vergüenzas de lo que ocurre de puertas para dentro. Pero es que el descontrol es total, con clanes de jugadores, protestas por los privilegios que le dan a uno u otro jugador, y con las relaciones entre las grandes estrellas cada vez más mermadas.

Keylor Navas y Donnarumma, lejos de resolver el lío de la portería, van a peor. La tensión entre ellos cada vez es más grande, y el diario francés desvela un episodio en el que las indirectas volaron. Fue en el partido que les enfrentó al Niza, cuando el tico saludó al portero rival, cedido por el PSG, Marcin Bulka. Ambos hablaron de que usan la misma marca de guantes, a lo que Navas aseguró que "los mejores porteros del mundo llevaban esa marca". Pero lo hizo delante del italiano, que usa otra y que le molestó porque pensó que hacía referencia a él.

Si Messi estaba en el punto de mira, tras ganar el Balón de Oro lo está más. Se esperaba más de él, pero se pasea por el césped siendo intrascendente. Una actitud muy alejada del nombrado mejor jugador del año. Pero además, el vestuario se queja de sus privilegios. Tras la gala donde le entregaron el premio, no dudó en marcharse de fiesta. Algo que no gustó y más después de que al día siguiente ni él ni Leandro Paredes acudiera a entrenar. Una falta de profesionalidad que no tuvo castigo.

Tampoco se escapa Neymar, que irritó mucho a la directiva tras no acudir a un acto con uno de los patrocinadores del club. Pero tampoco le pasó nada, ya que decidieron no sancionarle por "miedos a posibles filtraciones". Al jeque se le va el control del vestuario, hacen lo que quieren y lo peor para sus intereses, es que ha salido a la luz.