Busquets activa un nuevo marrón, gigante, en el vestuario del Barça

Les puede explotar en la cara su falta de planificación

El Barcelona parece la casa de los líos. No han salido de uno cuando se vuelven a meter en otro. Y es que lejos de intentar poner solución a los frentes que tienen abiertos, deciden meterse en alguno más, lo que les puede costar muy caro. En esta ocasión el protagonista es Busquets, y el vestuario lo va a tener muy complicado para lograr ponerle remedio.

En los últimos días hemos visto al Barcelona muy activo en el mercado. No han parado de surgir nombres como posibles fichajes, ya sea para el mes de enero o para el próximo verano. Pero siempre eran hombres de un perfil ofensivo. Dani Olmo, Raheen Sterling o Ferran Torres son sólo algunos de los que han desfilado por los mentideros en los últimos días. Pero más allá de si el Barcelona tiene el dinero suficiente para acometer estas operaciones, refleja un problema más gordo y es la falta de planificación.

Todo lo que están buscando son perfiles de jugadores de ataque. Una posición en la que ahora mismo tienen a Ansu Fati, Dembélé, Braithwaite, Memphis o Coutinho. Está claro que en algunos no confían y se los quieren cargar, pero por cantidad de jugadores sería una posición más que cubierta, a la que quieren sumar otro hombre más.

Sin embargo no ocurre lo mismo con el puesto que ocupa Sergio Busquets. El Barça lleva sufriendo la falta de mediocentros varias temporadas. Nadie puede sustituir al internacional español, más que nada porque no tienen otro jugador de sus características. Y ese es uno de los grandes problemones a futuro para los culés. Y sin embargo, siguen empeñados en reforzar el ataque.

La temporada pasada, Koeman se sacó de la manga a Ilaix Moriba. El canterano sirvió para darle minutos de descanso al actual capitán de la plantilla, que lo necesitaba como el comer. Pero tras no lograr renovarle, después de no hacer un esfuerzo para retenerle, prefirieron traspasarle y se quedaron sin el único recambio que tenían para Busquets.

Pero es que además su rendimiento tampoco es que esté siendo espectacular. Se le nota que ya empieza a entrar en el declive de su carrera, e incluso en la limpia del vestuario que debería hacer Xavi cuando acabe la temporada, su nombre ya ha aparecido como una de las vacas sagradas de las que tendría que desprenderse. Como ocurrió con el resto de capitanes, la afición cargó contra ellos, por no bajarse el sueldo para poder pagarle a Messi la millonada que tenía por salario, y por lo tanto les consideraron responsables.

Por lo tanto, el Barcelona tiene un problema muy serio que además no está sabiendo acometer. Si querían aligerar la plantilla de vacas sagradas, por el mediocentro no van a poder empezar, ya que a día de hoy no tienen otro jugador que sea capaz de sustituirle, por lo que el marrón que se ha activado en el vestuario del club azulgrana puede tener dimensiones gigantes, sobre todo si Sergio no mejora sus prestaciones de aquí a final de temporada.