‘Barçaleaks’: Piqué es el siguiente en caer, y mete en la polémica a Sergio Ramos

El central queda retratado por sus exigencias y prioridades

En los últimos días, el diario El Mundo se está dedicando a sacar a la luz los contratos de varios jugadores del Barça. Especialmente de algunos pesos pesados y las exigencias que pusieron encima de la mesa para renovar. Ya nos hicimos eco de Messi, el cual tenía como objetivo sangrar al club, ya que sus peticiones eran inasumibles para unas cuentas que arrastraban una deuda millonaria y que el Fair Play Financiero apenas les dejaba margen para actuar.

Eso provocó que fuese imposible ampliar su contrato, ya que el argentino no parecía estar dispuesto a perder su descomunal salario, y finalmente acabó marchándose al PSG, en uno de los momentos más falsos que se recuerdan, a tenor de las informaciones que hemos conocido con posterioridad. Messi llorando porque no quería abandonar el club de sus amores, sin embargo se iba porque el dinero era más importante para él.

Pero el siguiente en caer es otro pilar como Piqué. Algunos ya hablan de él como “mito caído” y es que, todos los que han presumido durante años de sentimiento y pasión culé, son los que ahora están quedando retratados, evidenciando que para ellos la prioridad es asegurarse un contrato descomunal, y satisfacer sus egos personales, antes ayudar al club a salir de una de las peores situaciones de su historia, donde para poder fichar han tenido que activar palancas.

El central azulgrana estaba obsesionado con Sergio Ramos. Ambos han formado el muro defensivo en la selección durante mucho tiempo, y luchaban por ver quién de los dos era mejor, sin olvidar la rivalidad al ser uno del Madrid y otro del Barça. De hecho, según la información que ha aparecido, Piqué tuvo una cosa clara durante la negociación con Bartomeu para renovar, quería que su nuevo contrato superase al del camero, por lo que se elevó hasta los 15 millones de euros, siendo así el central mejor pagado del mundo.

También se quiso cubrir las espaldas ante los impuestos y las actas que Hacienda había levantado a Gerard por una reclamación de IVA. Es por ello que eso no iba a salir de su bolsillo, sino de un “bonus fiscal” que también incluyeron antes de estampar la firma en su nuevo contrato. De esta forma, el dineral que iba a recibir dejaba tiritando a las arcas del Barcelona.

Así pasó, que durante la pandemia, sin margen para seguir adelante, tuvieron que recurrir a recortar gastos, con los salarios de los jugadores en primer lugar. Pero lejos de echar una mano, tanto Messi como Piqué no renunciaron a una parte, sino que lo difirieron, para terminar cobrándolo más tarde, y así asegurarse tener pillado al club, que les debe dinero y no piensan renunciar a él.

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El central culé está volviendo a ser un problema este curso, al no estar contando apenas en los planes de Xavi, pero sin decidir a marcharse, a pesar de que tanto el egarense como Laporta se lo pidieron. De nuevo antepone sus deseos al bien del club, algo que no es nuevo y viene de largo.