Puede ser una bomba a lo largo de la temporada
El mercado de fichaje arrojó varias certezas en la Ciudad Condal. En primer lugar, la activación de las palancas les permitió fichar y conformar una plantilla mucho más competitiva que la de la temporada pasada. Pero también que algunos jugadores iban a causar problemas.
No nos referimos a los recién llegados, sino a algunos jugadores a los que intentaron dar salida, pero que por unos u otros motivos no lograron hacerlo. Frenkie de Jong, Gerard Piqué o Jordi Alba, son algunos de los nombres que forman parte de esta lista, pero no son los únicos.
También Memphis Depay, el cual es el mayor problema de Xavi dentro de su vestuario, algo que se veía venir desde el 2 de septiembre, momento en el que se cerró el mercado de fichajes y él decidió quedarse, con la mirada puesta en 2023 cuando acaba su contrato.
Pero más allá de eso, algunos le consideran un jugador tóxico. En lo que llevamos de temporada, ha jugado poco más de 70 minutos, y su actitud, totalmente pasiva y con una falta total de implicación, está molestando a sus compañeros, ya que no le ven comprometido.
Ha perdido toda la importancia que tenía y cada vez está más aislado en el vestuario. Un problema para Xavi, que con la marcha de Aubameyang, el neerlandés es el único delantero puro que tiene para sustituir a Lewandowski, por lo que deberá rezar para que no le expulsen.