A 13 días de salir libre del Barça... y Dembélé ha montado un último incendio con la directiva

Aumenta el cabreo con el francés y sus últimos actos

La cuenta atrás ha comenzado. Estamos a 13 días de que todos aquellos jugadores que terminan contrato el 30 de junio, puedan negociar libremente con otros clubes. La lista nos deja grandes nombres como Mbappé, Rudiger o Pogba, aunque seguramente el que más titulares está acaparando en los últimos días, incluso por delante del jugador del PSG, sea el culé Ousmane Dembélé.

El atacante blaugrana sigue sin llegar a un acuerdo con el club, a pesar de que han intentado por todos los medios renovarle. Tanto Xavi como Laporta le consideran una pieza clave en su proyecto de futuro. Incluso han llegado a decir de él que está por encima de Kylian, y que es un potencial ganador del Balón de Oro. Con tantos halagos es lógico que quisieran retenerlo, aunque sobre la mesa no han puesto una oferta muy convincente, ni a la altura del escalafón en el que le estaban colocando.

Después de muchos intentos, al final han asumido que no lo van a conseguir, y que se marchará el próximo verano, y además lo hará gratis. Detrás de él tiene pretendientes dispuestos a poner mucho dinero, como el Newcastle, que lo quiere convertir en la estrella de su nuevo proyecto millonario, o el Bayern, que lo ven como el sustituto ideal si finalmente Coman no renueva con ellos.

Pero por si fuera poco, Dembélé ha montado un último incendio, que no ha gustado nada en la directiva. Y es que parece que se marchará por la puerta grande, con escándalos que no va a dejar precisamente un recuerdo agradable de un jugador por el que pagaron un precio de más de 130 millones, muy por encima del valor de mercado que tenía, y que en su etapa como azulgrana no ha justificado un desembolso de esas magnitudes.

Si ya le habíamos visto llegar tarde a varios entrenamientos, incluso desconociendo la hora en alguna ocasión, y también a la cena del equipo antes del partido ante el Bayern, esta semana ha terminado de enervar a las altas esferas del club, con un par de detalles que pueden ser su sentencia definitiva. Y es que el galo no estuvo presente en la despedida del Kun Agüero, en la que anunció que se veía obligado a retirarse del fútbol por el problema que sufrió.

Pero es que tampoco estuvo en la visita que hicieron al Espai Barça, el buque insignia de Laporta, en el que se dejará millones para intentar dar un aspecto de modernidad, que el actual Camp Nou no lo da. Por lo que el hecho de que no estuviese presente Ousmane, ha sido el golpe definitivo para una directiva que no ha querido salir a dar explicaciones por estas dos sonadas ausencias, pero que no han sentado nada bien, y que hacen que el cabreo con el jugador sea mayúsculo.

El ‘mosquito’ parece que tiene claro que su futuro no pasa por Barcelona, y así lo ha demostrado con sus últimos actos. Está desconectado totalmente del club, y estos son dos ejemplos más. Sin embargo, sus actos no están sentando muy bien en el club, y pueden ser unos meses muy difíciles en la Ciudad Condal.